domingo, 9 de junio de 2013

El verdugo

Torneo Final 2013 – Fecha 17 – 9 de junio de 2013
River Plate 2 – Independiente 1

Hace aproximadamente dos años, River vivía el peor momento de su rica historia, rodeado de desorden, inoperancia, violencia y morbo, el “Millonario” caía en la B Nacional, y gran parte, por no decir la mayoría, del fútbol argentino, disfrutaba con esa situación, con el sarcasmo de ver a un grande sumergido en la peor crisis de su historia. A pesar de ello, el “Millo” luchó, batalló y sufrió cada partido, pero volvió al lugar al que pertenece, y con el regreso a primera y la vuelta de Ramón Díaz, hoy está nuevamente peleando un campeonato del cual dejó pasar varias oportunidades para cortarse en soledad.

Paradójicamente, como en una de esas ironías del destino, el que hoy está con altas probabilidades de descender a la segunda categoría es Independiente, el rival de esta ante última jornada y que, en aquellos tiempos, mostró una bandera que decía “Los grandes nunca descienden”. Aunque las opiniones son variadas, soy de los que piensan que uno debe festejar los logros propios y no las desgracias ajenas, muchos han festejado con nuestra desgracia, y considero que parte de la grandeza está en no disfrutar los males ajenos ni desearles nuestras mismas miserias.

Lamentablemente, en esta ocasión, ambas sensaciones se mezclaron en un cóctel de sabor agridulce. Por un lado, River necesitaba la victoria para seguir prendido y no dejar escapar al puntero, Newell´s, y por el otro, esa victoria, dependiendo del resultado de Argentinos Juniors mañana, podría decretar el descenso del rojo de Avellaneda. Así, con estos condimentos picantes, salían a jugar uno de los clásicos más importantes del fútbol argentino River e Independiente.

En el local, Ramón Díaz le devolvió la titularidad a Leonardo Ponzio, Jonathan Maidana y Eder Alvarez Balanta, en reemplazo de Carlos Luna, Leandro González Pirez y Johnatan Bottinelli, volviendo al esquema 4-3-1-2; mientras que Miguel Brindisi también plantaba un 4-3-1-2 con Rodolfo Montenegro moviéndose libremente entre el medio campo y el ataque.

El partido fue parejo. En ningún momento el “Millonario” se mostró superior a Independiente y ambos evidenciaron sus falencias. Entre el nerviosismo de los hombres de rojo por lo apremiante de su situación y las irregularidades en el funcionamiento del equipo del riojano, se vio un partido abierto, con llegadas para ambos lados, pero poco vistoso.

La primera jugada de peligro fue para el visitante, un cabezazo de Fredes encontró bien parado a Marcelo Barovero, que volvió a responder con solvencia y seguridad. Unos minutos más tarde, a los 21, una serie de rebotes dejó solo a Juan Manuel Iturbe frente a Rodriguez, el ex Porto definió de punta y abajo, decretando la apertura del marcador.

Solo a través de un error defensivo el local pudo encontrar el gol. La generación de juego era pobre y las jugadas de peligro escasas, sin dudas, muy lejos del legado histórico “Millonario” y convirtiendo en un espejismo lo que se había visto contra Rafaela. Incluso, fue el equipo de Avellaneda el que se hizo dueño del balón e intentó jugarlo con claridad, aprovechando el espacio cedido por los volantes de River que se ubicaban muy cerca de sus defensores, pero a pesar de ello, el “Diablo” también carecía de claridad y peligrosidad.

La defensa ganó en seguridad con Maidana y Balanta como dupla central, y con Leonel Vangioni por el lateral izquierdo, haciendo toda la banda, ganó sorpresa, de hecho, fue el rosarino la figura del partido, con mucho despliegue y entrega, tanto para recuperar la pelota como para mandarse al ataque para abastecer a los hombres de punta.

En el complemento, un pase largo de Kranevitter tomó mal parada a la defensa de Independiente, donde Morel Rodriguez perdió con la velocidad de Iturbe, de muy buen rendimiento. El joven delantero hizo una pausa y lo vio entrando a Manuel Lanzini, que recibió el pase y colocó la pelota en el ángulo izquierdo del portero de avellaneda, estampando el 2 a 0 y llevando más tranquilidad al pueblo “Millonario”, que deliraba en las tribunas y se permitía soñar con la vuelta número 34 a nivel local. El descuento de Montenegro en el minuto 44 trajo un poco de suspenso y nerviosismo, pero lo cierto es que el rojo llegó a los ponchazos y no tuvo ninguna situación clara para logar el empate.

Por lo visto en el terreno de juego, era muy difícil identificar qué equipo estaba jugando por el campeonato y cual no, y eso habla a las  claras de lo que fue el encuentro y del nivel de la competencia. Que este River irregular llegue a esta instancia del Troneo Final con posibilidades de campeonar, habla de lo pobre del nivel del fútbol argentino, donde pareciera que ninguno quiere salir campeón, desperdiciando oportunidades de acercarse a la punta o de tomar más ventaja con los perseguidores. También, es un claro ejemplo de lo que puede hacer un técnico identificado con el club, que ha ganado todo y que sabe y siente lo que es vestir estos colores, transmite esa experiencia y los jugadores parecen captarlo a la perfección.

Tras este resultado, el “Millonario” se convirtió en verdugo del rojo, que está un escalón más cerca de transitar la B Nacional, y se sube a la cima del certamen, aunque tiene que esperar al resultado del equipo rosarino y de Lanús, el rival de la fecha 18, que juegan mañana. El próximo domingo será una prueba de fuego, visitar al equipo granate, en la previa, parece una parada brava y, seguramente, definitiva.

Formaciones

River Plate: Barovero (6); Mercado (4), Maidana (6), Balanta (6), Vangioni (7); Ponzio (4), Ledesma (5), Rojas (4); Lanzini (6); Funes Mori (6), Iturbe (7).

Ingresaron: 16’ST Kranevitter (6)  x Ponzio; 22’ST Mora (5) x Iturbe; 29’ST Bottinelli x Vangioni.

Independiente: Rodriguez (5); Velázquez (5), Tula (5), More Rodriguez (4), Villalba (4); Fredes (5), Vargas (6), Trejo (5); Montenegro (6); Miranda (4), Fernandez (4).

Resúmen

Goles: 21’PT Iturbe (Riv); 17’ST Lanzini (Riv); 44’ST Montenegro (Ind)
Incidencias: no hubo
Arbitro: S. Laverni (aceptable)
Figura: Vangioni (Riv)

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